Cuando escribimos, dejamos una parte de nuestras almas en las palabras. Cuando reímos alegramos a otros con nuestras alegrías. Cuando lloramos compartimos el dolor con quienes nos quieren. Cuando vivimos, simplemente crecemos.

jueves, 9 de junio de 2011

El aroma de su nombre

El recuerdo de sus ojos



El aroma de su nombre...

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