Cuando escribimos, dejamos una parte de nuestras almas en las palabras. Cuando reímos alegramos a otros con nuestras alegrías. Cuando lloramos compartimos el dolor con quienes nos quieren. Cuando vivimos, simplemente crecemos.

sábado, 25 de junio de 2011

Cuando aún te quería

Cuando aún te quería todo era tan diferente.Mi sonrisa era tuya, y solo tuya.. te pertenecía por entero.  Mi mundo giraba y existía por ti y sólo por ti. Me tenías atrapada.. atada a ti, a tus caprichos... mi inocente amor, mi fugaz suspiro, mis mariposas en el estómago.. todo por ti únicamente por ti.. 
Cuando aún te quería todo lo demás estaba oculto, mis amigos, mis padres, mis hermanos,... todo daba igual al tenerte a mi lado. Me entregaba a ti en cuerpo y alma, no necesitaba nada, tu eras mi aire mi alimento, eras el agua que evitaba que me muriera. 

Y ahora que ya no te quiero, ahora que te has ido.. ahora lo tengo todo de verdad, amigos, padres, hermanos, personas a mi lado. Tengo Aire puro que respirar y Agua fresca que no me contamina... 
Y ahora que ya no te quiero soy libre, feliz, tengo ganas de vivir, de reír.. 
Ahora que ya no te quiero soy MUJER amo, sufro, río, lloro sin temer sin miedo al que pasará.
 AHORA SOY YO! 

1 comentario:

  1. Chiqui... Me encanta tu blog y ya era hora de decirlo.
    Hacía mucho tiempo que no nos veiamos, ni siquiera hablábamos; demasiados años en los que tu recuerdo se me borró como agua de Mayo.
    Pero hoy nos hemos vuelto a encontrar y sé que ha sido por algo: simple y llanamemente porque, quizá sin darnos cuenta, ambas lo necesitábamos.
    Recordar viejos tiempos con aquéllos amigos de la infancia que un día se fueron y nunca más volvieron siempre será, al menos para mí, un motivo de reencuentro insaciable, de alegría infinita. Y poder seguir caminando juntos como antes lo hacíamos me hace muy feliz...
    Sólo aprovecho esta entrada para decirte que, pase lo que pase, venga lo que venga y surja lo que surja, siempre podrás contar conmigo, con mi apoyo incondicional, con mi cariño infinito y con aquéllos tantos abrazos que aún no nos hemos dado por falta de tiempo.
    Tiempo... Ese tiempo que se cierne sobre nosotros y que nunca cesa. Que corre, vuela libre como el viento... Y que se nos escapa lentamente.
    ¡Vivamos todo aquéllo que nunca vivimos y recuperemos el tiempo perdido que ya nunca más volvió! Pero vivámoslo, ante todo en el presente. Al fin y al cabo, es lo único que a todos nosotros nos pertenece enteramente.
    Aún en la distancia, te quiero, pequeña mía.

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