Cuando escribimos, dejamos una parte de nuestras almas en las palabras. Cuando reímos alegramos a otros con nuestras alegrías. Cuando lloramos compartimos el dolor con quienes nos quieren. Cuando vivimos, simplemente crecemos.

sábado, 7 de abril de 2012

"Sarita"

Hay veces en las que nos entran unas ganas locas de querer a alguien, ya sea una amiga, una pareja, o simplemente nuestra mascota. Hay días en los que quieres decirle a esa personita que crees que se lo merece, cuanto te importa, todo lo que quizá nunca le dijiste. Hoy es para mi uno de esos días, un día en el que quiero agradecerle a alguien lo que ha hecho por mi, aún sin saberlo, es mi "prima adoptiva" porque su prima real es para mi una hermana y gracias a eso ella apareció en mi vida. Ella tendría... supongo que unos 7 años cuando la vi por primera vez, no era más que una niña mona, pelirroja y con pecas que causaba en todos los que las miraban una inmensa ternura. Años más tarde la volví a ver, ya era algo más mayor, pero seguía siendo una niña de ojos alegres y sonrisa permanente. Mi amistad con su ya nombrada prima hizo que compartiéramos algunos momentos entrañables en ese pueblo del norte que tanto me dió. Poco a poco la niña se fue haciendo mayor, y escuchando nuestras conversaciones fue creciendo el cariño que me tenía, cuando nos veíamos se tiraba a mi cuello y me abrazaba con fuerza, siempre sonriendo de esa manera tan suya que te hace sonreír a la vez. Estuvimos un tiempo sin vernos, por causas ajenas a su voluntad, pero cuando nos volvimos a ver la niña ya no lo era tanto, había empezado la ESO y se estaba convirtiendo en toda una señorita, pero aún así se tiró a mi como cuando era pequeña, me abrazó y sonrió llenándome de alegría.  Hace ya un año de eso, y hemos compartidos algunos momentos muy emotivos desde entonces, ella sabeque en mi siempre tendrá un apoyo, que seré siempre la prima chachi y la que le dice las cosas tal y como las ve, sabe que soy muy "golfa" , muy canalla y que no me cortaré en decirle cualquier burrada. La he visto después de mucho tiempo, y la misma alegría se a introducido en mi, la había echado de menos, y mañana lo volveré a hacer porque me vuelvo a ir.
Pequeña, te echaré de menos, pero que más da, así nos vemos con más ganas la próxima vez que venga y tengamos más cosas que contarnos.
Pd.: mi pequeño presente para usted señorita Sara