Cuando escribimos, dejamos una parte de nuestras almas en las palabras. Cuando reímos alegramos a otros con nuestras alegrías. Cuando lloramos compartimos el dolor con quienes nos quieren. Cuando vivimos, simplemente crecemos.

domingo, 29 de mayo de 2011

Y recuerdo a aquellas niñas que jugaban a ser escritoras, que se inventaban nombres extraños para sus alters egos en una historia escrita entre todas, que disfrutaban entrando en foros dónde hablar y hablar de los libros que leían, que eran tan diferentes pero que se entendían tan bien.

Han pasado los años, y ya no queda ni rastro de aquellas niñas, nuestros mundos se separaron, y algunas hemos seguido unidas a pesar de todo, pero otras no lo han hecho igual.

Y ahora que ya somos casi unas mujeres, quiero deciros que fuisteis mis más dulces compañeras, y que ahora se lo importante que fuisteis para mi.

No hay comentarios:

Publicar un comentario