Cuando escribimos, dejamos una parte de nuestras almas en las palabras. Cuando reímos alegramos a otros con nuestras alegrías. Cuando lloramos compartimos el dolor con quienes nos quieren. Cuando vivimos, simplemente crecemos.

domingo, 22 de mayo de 2011

Puede que no sepamos jamás como hubiera ido algo que no intentamos, algo que no nos permitimos vivir... Quizá el espíritu de las vivencias que nos negamos, nos atormente durante nuestra vida sin dejarnos en algún momento dormir en paz.

A lo mejor tu destino y el mío se cruzaron para demostrarnos algo, para que arriesgáramos... Pero ambos somos unos cobardes. Aún así opino que tenemos razón. Si no fuéramos tu y yo, no habrían dudas, no habrían quizás, pero tampoco habrían recuerdos, ni conversaciones interesantes. Si no fueras tu me habría arrojado al río sin dudar.... pero cuando conoces a alguien sabes donde falla, y cuando te conoces a ti mismo, sabes que no funcionaría... Además, ¿quién a dicho que un nombre, unas palabras, o un compromiso sean la verdadera muestra de respeto, de cariño y de confianza? Mi opinión es bien diferente, una amistad profunda, y sincera es un lazo de unión mucho más fuerte que ningún otro. Así que por tu bien capricornio más te vale no fallar esa amistad.(te podrías arrepentir el resto de tu vida)

No hay comentarios:

Publicar un comentario