Cuando escribimos, dejamos una parte de nuestras almas en las palabras. Cuando reímos alegramos a otros con nuestras alegrías. Cuando lloramos compartimos el dolor con quienes nos quieren. Cuando vivimos, simplemente crecemos.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Dame tu mano.

10 miseros días, pero no importa, no importará jamás, la distancia está de más 

No hay comentarios:

Publicar un comentario