Cuando escribimos, dejamos una parte de nuestras almas en las palabras. Cuando reímos alegramos a otros con nuestras alegrías. Cuando lloramos compartimos el dolor con quienes nos quieren. Cuando vivimos, simplemente crecemos.

lunes, 16 de enero de 2012

07

Me encantaría poder decirte que no, que me da igual, que para mi esa noche no fue nada, que los besos se quedaron allí. Pero no puedo decirte eso. Esa noche ha sido para mi de las mejores de mi vida, porque la  pasé contigo, sintiendo como me abrazabas, como me querías... O al menos eso sentí en ese momento, y los siguientes días, algo en tu mirada ha cambiado... o seré yo que te veo diferente.
Ahora, a pesar de que no puedo dejar de pensar, en ella, en lo que sucederá, en que camino elegirás... a pesar de eso, me levanto por las mañanas y lo primero que hago es pensar en ti, en cómo estarás, y siento unas ganas inmensas de salir corriendo, entrar en tu cuarto y decirte que estoy aquí, que te quiero, darte un beso y volver a mi cama. En 9 putos días, que han sido un jodido infierno, has sido mi faro(de ahí la imagen) la razón por la que no digo: PASO DE TODO; pero bueno eso no importa; simplemente eres una lucesita en el camino, que me ayuda a dar un paso más y seguir.
Se que vas a leer esto(es más estás esperando a que te avise para leerlo) así que esto no es una indirecta, no es más que un desahogo, que casualmente tu lees, porque siempre has leído todo lo que escribo.  Estaré aquí, sea cual sea la decisión que tomes, y eso ya no porque te quiera, sino porque como amiga no hay nadie que te iguale, y pese a todo esto(y sobretodo por esto) no estoy dispuesta a alejarme de ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario