Cuando escribimos, dejamos una parte de nuestras almas en las palabras. Cuando reímos alegramos a otros con nuestras alegrías. Cuando lloramos compartimos el dolor con quienes nos quieren. Cuando vivimos, simplemente crecemos.

sábado, 19 de marzo de 2011

Recuerdas aquellos días, aquellas sonrisas pícaras, aquellos besos que me diste. ¿Los recuerdas? Recuerdas las horas tiradas al sol. Los momentos increíbles.¿Recuerdas?
Yo si que recuerdo, recuerdo que fuiste el LSD que me hacía volar. Recuerdo que los demás no importaban. Pero que más da eso ahora. Que más da, si a ti te ha dado igual, si has dejado este mundo, si me dejaste atrás.

Fuiste una cobarde, en su día dijiste, " tú eres mi vida, mientras tu existas lo haré yo." MENTIROSA, grandisima mentirosa. Yo vivo, yo respiro, yo estoy aquí, pero tu no, y aún pretenden que te llore, que te extrañe, que te siga amando, cuando no has luchado por mi, eres una cobarde, una perdedora. Me has decepcionado, como me has hecho esto.

Si estabas mal, si tenías problemas me lo deberías contar. Yo te amaba, yo podría haberte ayudado. Pero siempre con tu estúpida idea de que no nos preocupáramos por ti, siempre guardandotelo todo... Siempre protegiendome de tus pensamientos. Cómo odie siempre que te pararas tanto a pensar. Ese ha sido tu problema, nunca dejaste que las cosas fluyeran, y cuando has dejado fluir algo, ha sido ese mataratas por tu garganta.

Ojalá pudiera odiarte, pero no puedo, estés donde estés te amo amor mío, mi pequeña, mi LSD, y en algún momento, después de vivir, de vivir todo intensamente, de vivir la vida que tu misma te has quitado, iré a donde van las almas al partir, y ahí te veré. Mientras tanto, descansa en paz, que luego me darás muchas explicaciones.

1 comentario: