Cuando escribimos, dejamos una parte de nuestras almas en las palabras. Cuando reímos alegramos a otros con nuestras alegrías. Cuando lloramos compartimos el dolor con quienes nos quieren. Cuando vivimos, simplemente crecemos.

martes, 1 de marzo de 2011

Y de nuevo tú

Intento fieramente rehacer mi vida, una y otra vez me caigo y me levanto. Pero me mantienes atada a ti, a tu recuerdo, al olor de tu pelo, al sabor de tu boca, al tacto de tu piel. El recuerdo de las cosas que vivimos me mantiene encerrada, sin dejarme salir, y grito y grito, pero no puedo evitarlo, vives en mí, más fuerte que ninguna, no importa quienes vengas, nadie alcanzará lo que tú. Pero, ¿por qué? a veces creo que el mundo se vuelve contra mi, que los abrazos rotos que tuvimos, que dejamos atrás las dos, nos atrapan, en un bucle infinito, hasta que llegue el momento en el que de nuevo nos encontremos, tu y yo a solas, y entonces dejemos de una vez que esos abrazos se conviertan en aquello que debieron ser, creo que sólo entonces podré huir, podré mirar tu foto, sin sentir este vacío que siento ahora mismo.

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