Cuando escribimos, dejamos una parte de nuestras almas en las palabras. Cuando reímos alegramos a otros con nuestras alegrías. Cuando lloramos compartimos el dolor con quienes nos quieren. Cuando vivimos, simplemente crecemos.

lunes, 28 de marzo de 2011

El miedo se apodera de mi mente, el mundo que había construido, tras largo tiempo, después de muchos sufrimientos. Todo estaba elegido, mi camino a seguir, mi sueño por cumplir. Pero el miedo se apodera de mi, y si no lo hago bien, y si no lo consigo. Ahora mismo necesito que vengas, que estés en mi casa, que me digas que todo irá bien de esa forma que sólo tu sabes. Ahora mismo sólo quiero que mañana aparezcas en ese maldito lugar, y me agarres fuertemente de la mano, mientras espero a que me llamen para entrar. Siento que no voy a ser capaz, que me echaré a correr justo en ese momento. Cuanto daría por que pudieras estar ahí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario