Cuando escribimos, dejamos una parte de nuestras almas en las palabras. Cuando reímos alegramos a otros con nuestras alegrías. Cuando lloramos compartimos el dolor con quienes nos quieren. Cuando vivimos, simplemente crecemos.

lunes, 18 de abril de 2011

Y la vida no nos da la oportunidad de dar marcha atrás, por eso debemos pararnos a pensar el siguiente paso, y plantearnos si es la opción correcta, preguntarnos si merece la pena decir lo que creemos sentir, pensar que podemos llegar a perder, y lo que podemos ganra, plantearnos si realmente merece la pena. Así es la vida, pero yo nunca fui así... nunca hasta ahora, y no sé por qué esta vez tiene que ser diferente.

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