Cuando escribimos, dejamos una parte de nuestras almas en las palabras. Cuando reímos alegramos a otros con nuestras alegrías. Cuando lloramos compartimos el dolor con quienes nos quieren. Cuando vivimos, simplemente crecemos.

miércoles, 20 de abril de 2011

Nunca fue esta mi intensión, no quise en ningún momento lastimarte, y espero que conociendome tengas esto claro.

Yo no elijo que algo salga bien o mal, no lo haga, me hubiera encantado poder hacerlo hecho, haberte dado lo que necesitbas de mi, pero no pude pequeña, no pude y no puedo hacerlo.

He aprendido con el paso del tiempo que en una rea¡lación, desde el momento que dudas ya se ha ido todo al garete, por eso no deberían existir las segundas oportunidades, porque si has dudado una vez, tus razones tuvistes para hacerlo.

Lo siento, y te pediré perdón mil y una veces, pero nadie manda en lo que siente, y si yo no sentía no podía seguir, porque lo que nunca me gustó fué mentirte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario