Cuando escribimos, dejamos una parte de nuestras almas en las palabras. Cuando reímos alegramos a otros con nuestras alegrías. Cuando lloramos compartimos el dolor con quienes nos quieren. Cuando vivimos, simplemente crecemos.

domingo, 12 de diciembre de 2010

11.12.10

Nunca imaginé que algo así pudiera suceder, no creí que esto me pudiera pasar. Siempre me negué a aceptarlo, siempre diciendo que era normal, que me lo merecía, que era una tontería, que no dolía, que había sido mi culpa, y así mil veces me convencí de que no era por ti, que era yo la que fallaba, pero sabes, no es cierto, sólo me protegí a mi misma de darme cuenta de lo tonta que fui. Pero ya no es así, ahora ya lo veo todo distinto, no tenías derecho a hacerme todo lo que me hacías, pero lo hiciste, y ahora aunque no pueda odiarte, si que te guardo mucho, mucho, mucho rencor, porque no era normal lo que sucedía, no era normal que yo siempre llorara, que no pudiera dormir por las noches, o que me diera miedo contarte las cosas, te tenía miedo, miedo. Miedo a lo que pudieras hacerme, quizás no física pero si sentimentalmente. Porque nunca te distes cuenta, o a lo mejor si, de la fuerza que tenías en mí, cada palabra, cada tono, cada desprecio me dañaba un poco más por dentro. Pero, ¿sabes? Ya no me duele, no me duele nada de lo que digas, ni de lo que puedas hacer, porque ya no puedes hacerme daño, porque ya no existes, para mi ahora sólo eres un recuerdo, un mal recuerdo de cómo no puedo volver a permitir que me traten como lo hiciste tú. Pero, hoy me di cuenta de que algo bueno he sacado de todo lo malo que he vivido contigo, y eso es que ahora aprecio mucho más lo que tengo a mi lado. Ahora si que sé lo que es que alguien me quiera, y se lo que es ser querida, ahora ya no temo a quien amo, ahora confío en ella, porque puedo hacerlo, porque me quiere, y me lo demuestra a diario, no sólo con palabras, sino con hechos, con sus miradas, de amor, de preocupación, de pasión,… con sus abrazos, con cada uno de ellos, me lo dice todo. Porque no me hace falta demostrarle nada, ni pedirle que me lo demuestre, porque cada día me da una nueva razón para estar enamorada de ella, porque cada día encuentro alguna nueva ilusión en cada una de sus sonrisas, de sus sonrisas que hacen que mi respiración se pare, picaras o dulces, da igual, sus sonrisas me dicen mucho más de lo que tú nunca me dijistes con palabras. Por eso me di cuenta hace unos días que lo que tu me habías dicho que era amor, amor tuyo hacía mí, no lo era en absoluto, me di cuenta de que me entregué a ti como una tonta, que te lo di todo, cuando en realidad tu sólo querías tener a alguien que te amara, alguien que no te abandonara, porque admítelo, nunca nadie dura mucho a tu lado, y yo lo hice… Si es que es como todos dicen, de buena soy tonta, pero a esta tonta tu ya no la dominas, ahora soy libre, soy feliz, quiero con toda mi alma a alguien que me quiere de igual manera, y no te imaginas lo mágico que eso, y no te lo imaginas porque nunca serás capaz de querer así. Así que gracias, gracias por todo lo malo que me distes, porque gracias a eso soy ahora como soy, y gracias a eso agradezco cada día el tenerla a ella a mi lado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario