Cuando escribimos, dejamos una parte de nuestras almas en las palabras. Cuando reímos alegramos a otros con nuestras alegrías. Cuando lloramos compartimos el dolor con quienes nos quieren. Cuando vivimos, simplemente crecemos.

sábado, 1 de enero de 2011

010111

A veces, no sabemos que decir, para que todo sea como deseamos, para que el otro sepa lo que sentimos, solo entonces es el momento en el que una mirada lo dice todo, o en el que una sonrisa nos hace sentirnos en el mismísimo paraíso.  Momentos de esos, en los que no acercamos a alguien y sin permitir que las palabras ensucien el entorno que nos rodea, cuando sin quitar la mirada besas a esa persona que en ese mismo instante se ha transformado en lo que más te importa, en los que el corazón late tan fuerte y tan rápido que parece que quiere salir corriendo, en los que la respiración se te acelera, y todo tu cuerpo se estremece ante un simple roce.

Esos momentos, queridos míos, son los que te dicen que realmente estas enamorado, que realmente estas junto a la persona que debes estar en ese momento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario